Estudiar contaduría es una enorme responsabilidad con la sociedad, así lo explica el decano de la Facultad de Contaduría Pública de la Universidad Santo Tomás, Carlos Arturo Gómez Restrepo.
Buena parte de las decisiones que se toman en empresas y países, se basan en información tratada por contadores públicos, quienes se encargan de aplicar, manejar e interpretar registros. Los datos, las cifras y los informes de gestión hoy determinan el futuro de empresas y organizaciones. Sin duda, las nuevas generaciones de contadores deben ser profesionales que entiendan la dinámica social y su incidencia en los diferentes contextos.
El decano de la Facultad de Contaduría Pública de la Universidad Santo Tomás, Carlos Arturo Gómez Restrepo explicó que hoy los contadores son considerados como parte esencial en diferentes entornos y ambientes laborales: “el contador es un ser social que tiene una enorme responsabilidad en temas como la contabilidad ambiental”, precisó.
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En el programa de Contaduría Pública de la Universidad Santo Tomás existe el Centro de investigación de Contaduría Pública (CICOP), en el que se forman profesionales críticos capaces de contribuir al crecimiento de una empresa, asumir los desafíos que se puedan presentar e impactar en la sociedad de forma positiva. “Lo que venimos haciendo desde la facultad es promover esa visión crítica de los estudiantes frente a la disciplina y su desempeño”, explicó la directora del CICOP, Gloria Milena Valero.
Entre los desafíos a los que se enfrentan los contadores en la actualidad existe la necesidad de ser profesionales íntegros y con criterio. Desde el CICOP existen 5 líneas de investigación principales dirigidas por 16 profesores: Contabilidad y Control, Desarrollo Sostenible, Agenda Pública, y Economía y Finanzas.
Crédito: Kienyke
Contadores de la verdad
La responsabilidad social y el componente ético juegan un papel muy importante en el desarrollo de una empresa y la sociedad en la que está involucrada. “En este nuevo escenario se requiere que el profesional esté dotado de unos preceptos éticos muy fuertes, entonces ya no es un contador que obedece, sino que tiene la capacidad de discernir a partir de la cantidad de información que requiere procesar y eso plantea unos cambios importantes en la formación”, precisó el docente de la Universidad Santo Tomás, Gabriel Enrique Moreno.
Para los formadores de esta Institución, la verdad es uno de los pilares que deben tener los futuros contadores, por esta razón desde la academia se han liderado discusiones sobre temas sociales en los que el contador puede generar un impacto mayor. “La contaduría es una disciplina que actúa directamente con lo social, por lo tanto, el contador debe ser un profesional que genere confianza en la información que está presentando”, puntualizó la directora del CICOP, Gloria Milena Valero.
Para el contador e investigador Jairo Antonio Barragán, el profesional tomasino es un artesano de la verdad, y tiene el compromiso de construir confianza al “desarrollar una visión crítica y objetiva de la realidad para poder comprenderla desde la disciplina y poder a la sociedad”.
Esta misma visión es compartida por el economista, Daniel Castro Jiménez, quien considera que la educación impartida, permite reflexionar sobre cómo las acciones y balances impactan en todos los actores involucrados en una empresa. “El egresado tomasino tiene la capacidad no sólo de ejercer la ética sino también promoverla”.
Contando con otras profesiones
Cuando un contador llega a una empresa, es importante que mantenga un diálogo constante y de calidad con los colaboradores que ejercen otras profesiones, con el fin de conocer cuáles son los objetivos y metas establecidos en la compañía, y a partir de este conocimiento poder realizar acciones que permitan su crecimiento y aporte social.
Para el Decano de la Facultad de Contaduría Pública de la Universidad Santo Tomás, Carlos Arturo Gómez Restrepo, es importante que, desde la Contaduría Pública, se “apropie la teoría para llevarla a la realidad de la empresa. Si un contador no conoce la empresa puede tener grandes problemas, si uno no se involucra no logra entender la razón de ser de la empresa a la que pertenece”.
Por medio de una sinergia o integración con otras profesiones, los contadores tienen la oportunidad de entender el lenguaje que se maneja dentro de la empresa y podrá proponer acciones que le permitan cumplir sus metas, teniendo en cuenta el efecto que generan en todos los actores involucrados a nivel interno y externo de la empresa. Daniel Castro Jiménez explicó que “el contador es capaz de buscar dentro de unas pautas, nuevas formas de transformar y entender la realidad, aquí, el diálogo con otras profesiones se enriquece”.
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