¿Qué pensaría usted si el dinero que ha ahorrado durante toda su vida para hacer realidad el sueño de tener casa propia se viera estancado porque la construcción del proyecto de vivienda en el que invirtió se quedó a medias?
Precisamente es...read more
¿Qué pensaría usted si el dinero que ha ahorrado durante toda su vida para hacer realidad el sueño de tener casa propia se viera estancado porque la construcción del proyecto de vivienda en el que invirtió se quedó a medias?
Precisamente esto le ocurrió a varias personas que pagaron con la promesa de tener un apartamento en un complejo de torres ubicado en el barrio Provenza de Bucaramanga. Lea también: Familias de Portal Siglo XXI, a punto de perder sus viviendas
Nildo Pedraza es un padre de familia que invirtió su capital en un proyecto habitacional planteado por una constructora de Bogotá en 2016.
“Nos presentaron un conjunto de cuatro torres. A mí me correspondió la torre 3, que tenía como fecha de entrega el 2019”, narró Pedraza.
El hombre dijo que, aunque se planteaba la entrega de los inmuebles en cerca de tres años, han pasado nueve y aún no se les ha cumplido.
“Surgieron varios inconvenientes: uno de ellos por dificultades de legalización del lote, por temas de conexión de agua potable y problemas con el Distrito Regional de Manejo Integrado. Esta situación mantuvo paralizadas las obras por un tiempo. Luego, en 2020, entró la pandemia y retrasó aún más los trabajos”, señaló el beneficiario del proyecto
Nildo tuvo que dar la cuota inicial del apartamento y, cuando se lo entregaran, tenía planeado vender el inmueble en el que actualmente reside e irse a vivir en su nuevo espacio. No obstante, los planes se truncaron.
Según manifestó esta persona, la constructora encargada de la obra ya había tenido inconvenientes similares con proyectos en otras ciudades del país.
Es muy difícil sobrellevar una situación así, pero también entendemos que estos son negocios y no todos tienen el mismo éxito”, señaló Nildo Pedraza.
Algunos apartamentos ya se entregaron, pero otros siguen en vilo.
Fuente consultada www.vanguardia.com
Read less