A propósito del escenario actual del Departamento, un mensaje del Papa Francisco “Quién gobierna debe de amar al pueblo y ser humilde”

Los Amazonenses estamos un poco sorprendidos por lo ocurrido al actual gobernador Manuel Carebilla, en donde su mandato se vio interrumpido en los primeros tres meses de gobierno. La intención no es polemizar sobre su inocencia o culpabilidad, pero si sobre una serie de cosas que han venido ocurriendo, y como amazonense me resultan degradantes.

Razón por la cual quiero retomar algunas palabras del Papa Francisco en su paso por Latinoamérica, en donde se refirió fuertemente a los políticos y la corrupción que afecta al continente.

Uno de sus llamados fue “un gobernante que no ama no puede gobernar: a lo sumo podrá disciplinar, poner un poco de orden, pero no gobernar”, resaltando que debe ser indispensable en un gobernante el amor al pueblo y la humildad. Invita a las personas que aspiran a un cargo de elección popular hacerse estas preguntas: ¿Amo a mi pueblo para servirlo mejor? ¿Soy humilde y escucho a todos, escucho las distintas opiniones, para elegir el mejor camino? De igual manera, invita a la ciudadanía a elevar oraciones para todos aquellos que están en el poder. Estas declaraciones las realizó siguiendo la Doctrina Social de la Iglesia, que define la política como “una de las formas más altas de caridad, porque es servir al bien común”.

En el departamento se ha desatado una lucha entre algunos grupos “políticos” caracterizadas por unas persecuciones extremas, acompañadas de insultos, comentarios inescrupulosos, rencillas y odios, que se han trasladado a la ciudadanía y que lo vivimos en las pasadas elecciones.

Actualmente se reviven bajo el rumor de la posible culpabilidad del actual gobernador; pero la ciudadanía no debe prestarse al juego de esas personas que claramente no aman al pueblo, como lo manifiesta el Papa Francisco.

Vemos algunos “posibles candidatos” y sus seguidores, realizando una serie de insultos sobre el actual gobernador, si es culpable o no, solo lo determinará la justicia colombiana, pero no se puede continuar con esas campañas de desprestigio para intentar seducir a posibles votantes. Este es un llamado para frenar esta lucha de poder sin ningún criterio ético o de respeto hacia el otro y la ciudadanía no puede permitir que esto siga ocurriendo. Si un grupo de personas están interesadas en aspirar a ser gobernador(a), pueden hacerlo, están en todo su derecho, pero no incitando este tipo de comportamientos que generan confrontación.

De igual modo surgen otras personas que manifiestan su apoyo al actual gobernador de una manera vehemente y exagerada, intentando seducir a otro grupo de la ciudadanía que apoyan al actual mandatario “pescando en río revuelto”. Incluso han llegado a identificarse en las redes sociales como “indios” o “indias”, sobre este caso en particular me referiré a la señora Aura Correa, quien claramente se ha caracterizado por comentarios insultantes y amenazadores en las redes sociales a quién se atreve a cuestionarla. Recientemente se le cuestionó sobre su estrategia propagandística identificándose como “la india” y apoyando fervientemente al actual gobernador, entre sus respuestas, resalto las siguientes: “la verdad estoy dudando de su condición sexual o esta enamora de mi (…) o es un homosexual reprimido” a otro ciudadano que se desempeña como moto taxista le responde “por lo menos no gasto mis riñones montada en una moto”. Solo para citar alguno de los ejemplos de las discusiones que todos los días circulan por la ciudad y en las redes sociales.

Las personas que insultan a otras por su orientación sexual o la actividad económica que realizan, claramente van en contravía con lo expuesto por el Papa Francisco; insisto nuevamente que la ciudadanía en general, no debe de caer en este juego sucio que solo crece y crece con el paso de los días haciendo insostenible la gobernabilidad del departamento. Aquí estamos perdiendo todos con la discriminación, el odio, la rencilla, sin ahondar en la gravedad de estos juicios contra la población LGBTI o cualquier persona que viva en la ciudad de Leticia.

Si continuamos por este camino, sin importar quién sea el gobernante, jamás construiremos un bienestar común, ni avanzaremos en ser una mejor sociedad, más solidaria y prospera. Razón por la cual retome las palabras del Papa Francisco quién sin duda es un personaje importante no solo para el catolicismo, sino para la sociedad latinoamericana en general.

No soy católica y actualmente no profeso ninguna religión, pero he optado por desarrollar mi sentido de humanidad que no difiere de los principios de una sociedad mayoritariamente cristiana, este es un llamado para pensar en que sociedad queremos vivir, no podemos permitir que unos pequeños grupos enfrentados por el poder nos sigan destruyendo, porque aquí claramente perdemos todos, con servicios deficientes en salud, educación, cultura, deporte, entre otras necesidades.

Yohana A. Pantevis Girón
Historiadora / MSc en Estudios Amazónicos