Thu, 11/12/2015 - 13:47

1985 año trágico para Colombia

Año funesto lleno de aciagos para el pueblo colombiano
La toma del Palacio de Justicia y la respuesta militar se extendieron a lo largo del 6 y 7 de noviembre de 1985. / BBC Mundo

Treinta años después, sigo creyendo que 1985 fue un año funesto lleno de aciagos para el pueblo colombiano.

Fueron 365 días en donde la naturaleza, los malos manejos gubernamentales, la intransigencia de ciertos personajes, la violencia que siempre nos ha acompañado y las ansias de poder, entre otros factores, influyeron para que en este país perdieran la vida millares de compatriotas algunos de los cuales se hallan en el “limbo” pues aún se desconoce su paradero.

Fue un año en donde bajo la regencia de un apático y mojigato presidente llamado Belisario Betancur, se presentaron esas tragedias de las cuales él no será el directo autor intelectual, pero si tal vez pecó en ellas por alguna negligencia, y lo más increíble, aunque no sorprendente, en este país del Sagrado Corazón, es que por ninguno de esos trágicos acontecimientos haya sido llamado a rendir cuentas o dar explicaciones.

Hoy ante esta intransigente justicia que nos cobija en donde están “apareciendo desaparecidos”, “desapareciendo a quien los comprometa”, condenando y persiguiendo a los buenos y premiando y ensalzando a los malos”, creando carteles de falsos testigos contra quien se atreva a desafiarlos y, trabajando con la corrupción a favor de prebendas personales.

Justicia en donde ser pillo paga, justicia en donde se invirtieron los valores, en un país en donde los muertos votan, los ladrones de cuello blanco, con las leyes auto favorecedoras de sus colegas del Congreso disfrutan casa por cárcel, mientras que el colombiano del común por defender sus derechos o apropiarse de algo para no dejar morir a su familia de hambre, se encuentra hacinado una cárcel sin que nadie le tienda una mano benefactora.

Ya va siendo hora de que nos aclaren, al pueblo colombiano, ciertas “mentiras” hechas verdades a través del tiempo con las cuales han engañado a muchos dolientes a fecha de hoy para conveniencia de ciertos actores.
Para refrescar un poco la memoria veamos de qué se tratan las referidas tragedias.

Fue para la fecha 24 de julio de 1985 cuando en la selva amazónica cerca de Leticia y siendo las 5.09 de la tarde se precipitó a tierra un avión de la Fuerza Aérea Colombiana con matrícula FAC-902 en el cual murieron un sinnúmero de colombianos y digo sin número porque en aquel momento, yo como jefe de Socorristas de la Cruz Roja del Amazonas fui participe del rescate y posteriores investigaciones para demostrar la culpabilidad del gobierno y la Fuerza Aérea en un accidente en donde por negligencia del piloto y falla en el servicio me mataron una hermana fuera de los demás ocupantes de esa “guanábana” que como avión, nos enviaron a cumplir esa ruta para suplir el paro favorecedor a las empresas del monopolio de la época como lo eran Avianca y sus filiales Sam y Helicol.

Dije que nunca se supo número real de muertos, así la prensa haya dado un número determinado, que sobrepasan los 85, porque a pesar de existir una lista previa echa por Avianca, la corrupción se presentó como siempre en estos episodios permitiendo subir gente a bordo pagando un soborno a ciertos empleados con tal que los despacharan en ese vuelo, razón por la cual posteriormente al accidente muchos dolientes aparecieron reclamando familiares que no aparecían en la lista.

Este accidente no aparece entre los anales del año 1985, pero que ocurrió y que nos costó más de trece años de pelea con el gobierno y la fuerza Aérea para que reconocieran su responsabilidad y culpabilidad e indemnizaran a los dolientes fue una realidad.

Viene otra fecha trágica para el pueblo colombiano: Noviembre 6 de 1985 cuando un comando del grupo guerrillero 19 de abril (M-19) se tomó a sangre y fuego las instalaciones del Palacio de Justicia situado a un costado de la plaza de Bolívar en la ciudad de Bogotá.

Fueron dos días en donde el ejército de Colombia, Policía nacional y miembros de varias entidades de seguridad del estado lucharon de tú a tú contra los guerrilleros tratando de salvar más de 300 rehenes que se encontraban dentro del edificio entre los que se encontraban magistrados, consejeros de estado, empleados judiciales, visitantes y empleados de la cafetería entre otros.

Fue una cruenta incursión cuyo objetivo era doblegar la justicia y hacer desaparecer los expedientes que con fines de extradición comprometía a los capos del narcotráfico en Colombia entre ellos a Pablo Escobar quien aparece como el auspiciador de esta toma.

Para esa época el reporte de muertos fueron: 35 guerrilleros, 14 militares y 46 civiles entre los que se contaban magistrados de la talla de Alfonso Reyes, Carlos Medellín, Manuel Gaona Cruz, Ricardo Medina entre muchos más.
Hoy ante estas nuevas versiones acomodaticias de este acontecimiento de acuerdo a los actores interesados entre ellos la Fiscalía, vemos que los desaparecidos aparecen, que los que defendieron hasta con la vida la democracia colombiana ahora son los “malos del paseo” entre ellos el coronel Vega Plazas quien está condenado por defender la causa y los verdaderos causantes de semejante atrocidad se encuentran disfrutando de las mieles de esta justicia, ocupando puestos públicos y como Pedro por su casa, libres de toda culpa , sin ser llamados a responder. ¿Qué nos pasa Colombia? Este jueguito de la tergiversación, manipulación de información, justicia acomodada al mejor postor parece que viene desde hace muchos años y el pueblo, como los estúpidos que muchos creen que somos, creyéndoles a pie juntillas. Y todavía tienen el cinismo estos hijos de la gran puta hablar de paz y de querer lo mejor para Colombia con un montaje fabricado con la sangre de colombianos inocentes.

Para rematar esta oleada de muertes de aquel fatídico año, se avecina la más trágica de las fechas: Noviembre 13 de 1985 fecha durante la cual hizo explosión el Volcán Nevado del Ruiz tomando por sorpresa a los habitantes cercanos a Armero población más cercana al volcán y a los habitantes ribereños de los ríos por donde bajo la avalancha de agua y lodo.

Cuando el volcán empezó sus inicios de actividad sísmica en septiembre de 1985,los estamentos del gobierno encargados de la situación fueron advertidos por varios organismos vulcanológicos sobre el peligro que esto representaba para la población vulnerable, pero como aquí se toman los correctivos después de haber ocurrida la tragedia, no se tomaron las medidas y precauciones necesarias para evacuar las poblaciones, ocurriendo la muerte de más de 25 mil colombianos.

Hoy que el fiscal de marras está tratando de congraciarse con el pueblo colombiano a lo mejor para que olvide su desastrosa administración de justicia, llamando a los que no son para que se auto incriminen y respondan por actos que no han cometido y haciéndose el de la vista gorda con los que sí debería de llamar, ojalá que incluya en la lista a Belisario Betancur y a los intocables de aquella época, manejadores de esos institutos, para que expliquen el porqué de esas omisiones que conllevó a la muerte de tanto compatriota.

Estos son los muertos reconocidos por esas tragedias, cuenta a la que hay que sumarle las víctimas que a diario ha dejado a su paso la violencia en todas sus versiones que nos ha acompañado por más de 50 años.
Dios salve a Colombia de este exabrupto que tenemos como justi

Carlos Javier Londoño O

Likes

  • Likes 0
  • Compartelo en: