En las redes sociales, con volantes y demás medios de comunicación se ha estado difundiendo la convocatoria que hace el pueblo amazonense a un “Paro cívico” el próximo 1 de septiembre; en la misma exponen sus quejas – que no son pocas- y el inconformismo que tienen hacia la forma en que son gobernados tanto en Leticia como en el resto del Departamento del Amazonas; y de igual manera el sentirse mal representados por parte de sus elegidos en el Congreso de la República.

Ya era hora; es inaudito que el Amazonas al obtener el estatus de departamento por medio de la Carta constitucional de 1.991 su nivel de vida no haya mejorado; por el contrario se ha reducido por culpa de la corrupción de su clase dirigente, el olvido por parte del nivel central, la poca efectividad de los órganos de control y la desidia y desinterés de la gran mayoría de sus habitantes.

Para nadie es un secreto que muchos de sus ciudadanos han sido cómplices silenciosos pero activos en el deterioro de esta bella región del país. Lo explico en el sentido que, activamente con sus votos apoyan a quienes saben que no tienen las calidades morales y éticas, ni la capacidad para ejercer los cargos encomendados; ya sea por desconocimiento en la materia, falta de experiencia o más grave aún que tengan en su haber antecedentes disciplinarios por malos manejos con los recursos públicos o incluso problemas de índole penal. A pesar de todo esto terminan dándoles su aval; y como contraprestación acuden juiciosamente a reclamar sus tejas, sus bultos de cemento, su plato de comida o sus botellas de licor. Según ellos, el deber ciudadano de participar y ejercer su derecho en democracia hasta ahí llega.

Ahora bien, al llegar el momento -que era de esperarse- en el cual no hay ejecución de obras ni proyectos prometidos en campaña; se desentienden de la situación como si la causa de ello no fuera responsabilidad en gran parte de esos mismos ciudadanos; la misión de vigilancia la dejan únicamente en las entidades encargadas de ejercer control disciplinario, fiscal y penal; y es ahí donde posteriormente llegan las decisiones sobre suspensiones de los cargos o en el peor de los casos las destituciones, trayendo como consecuencia la falta de gobernabilidad. Finalmente continuan sin solución problemas que merecen una atención urgente; como por ejemplo, la mala prestación de servicios públicos domiciliarios por parte de las empresas de acueducto y aseo que es una de las causas que ha incitado a la población a protestar.

Una ciudad como Leticia que recibe cada vez más turistas nacionales y extranjeros quedó presa de la desidia y la mentalidad a medias; si, medias calles pavimentadas, media cultura ciudadana, un malecón hecho a medias, y así podría seguir con numerosos ejemplos. Se desaparecen los dineros de las obras civiles, del mejoramiento de los centros de atención en salud, de todo lo proyectado y prometido; lo que hasta el momento ha traído como consecuencia el atraso de la región que por su belleza natural y ecológica debería ser -sin duda- un verdadero paraíso del que todos nos podamos sentir orgullosos. Es por ello, que la iniciativa la deben tomar los ciudadanos no sólo exigiendo el respeto de sus derechos cuando han sido vulnerados sino también desde la corresponsabilidad que tienen como habitantes al tratar con respeto a sus conciudadanos, mantener su ciudad limpia, tratar bien al turista y acatar las leyes y las normas. Eso es calidad de vida, eso es convivencia y es paz.

Felicito a quienes promueven este “Paro Cívico”, vivo reflejo del desespero de la gente al no tener la calidad de vida que desde hace mucho anhelan y merecen. Espero que la asistencia sea masiva y pacífica; aun igual de importante que sea constante, más no la efervescencia de un solo día y luego se quede en el olvido al llegar la época electoral, donde estarán de nuevo pendientes por el candidato que mejor obsequios reparta, y no por aquel que con seriedad y compromiso formule propuestas coherentes y realizables para satisfacer –de manera apremiante- las necesidades que demandan urgentemente los habitantes de esa gran parte de paraíso con la que cuenta COLOMBIA. ¡DESPIERTEN Y HAGAN PATRIA!.

P.D. No permitan que los oportunistas metan mano en esta protesta ciudadana; son ellos quienes terminan engañando a la población y favoreciendo a los que por años han saqueado al Amazonas colombiano.