Mon, 05/12/2014 - 11:11

Cuando nos hablan de ideas

Foto: Columnista Leticiahoy
Leticiahoy

El mundo de las ideas desde estudio de la psicopatología en la infancia y la adolescencia

Cuando nos hablan de ideas, lo primero que nos imaginamos son objetos, cosas; algunas proyectadas en las formas como una silla o un televisor, en otras oportunidades nos imaginamos al gran filósofo Platón de la antigua Grecia y en otros momentos nos enfocamos en formas sin formas y más cuando la psicología hace presencia.

Los especialistas en le saber de la psicología cada vez más indagan con bases científicas sobre el Ser desde el no movimiento o desplazamiento de la presencia física que se relaciona con el otro sino desde el movimiento sin movimiento de su mente que transforma al ser desde su interior.

Los especialidades en psicología son abordados porque el ser es incomprensible desde lo limitante y puede ser comprensible desde lo ecléctico que permite ver desde varias ópticas el pensar y comportamiento del mismo con mejor percepción, a partir además de la cultura, lo biológico y lo social sin importar el orden, pues hay varios caminos que conducen al mismo fin entendemos las falencias, y fortalezas de quienes se encuentran en la posibilidad de ser ayudados.

Estos profesionales especializados en entender al Ser desde su interior que se expresa en el exterior o ser biológico , se presentan en muchas oportunidades como redentores de almas que necesitan del conocer intangible que por su ignorancia no logran comprender su entorno ni el papel de su actuación en el contexto personal, en otras letras, los profesionales asumen un papel muy importante cuando orientan desde el punto de vista de curación del alma, ya que las diferentes patología mentales radican en ello y no en el ser biológico.

La sociedad como un organismo vivo que a través de sus células que son los hombres, ha llegado a un punto crítico de enfermedad que desequilibra todo el cuerpo social como sistema organizado y todo por su acción mental que les desubica su percepción real desde la importancia en el organismo, pero las células más jóvenes son quienes al impactar con su realidad mental deforman su camino hacia la infelicidad que debe expresarse en la conducta, los niños como variable celular social respecto a la edad, les marca con facilidad la cultura de su entorno social porque es transmitida por las autoridades competentes quienes son son sus padres y ellos en su crecimiento patológico aportan que sus hijos sean imagen y semejanza de su espejo frustrado, por lo tanto la enfermedad virulenta mental, contagia a muchos de generacional a generación.

Pero como toda novela sin contar el final más que la alternativa sin consecuencia, aparecen los profesionales especializados en ese tópico de las diferentes patologías que afectan al psique del infante y por consecuencia al crecer él o ella su adolescencia le adolece más ya que creció en la enfermedad mental que tanto le persigue y sin corrección el mayor será de igual carácter.

De acuerdo a lo anterior el profesional en Psicología o el profesional en otros campos del saber que logren entender al ser desde lo intangible o desde el psique, puede disminuir en gran medida que la enfermedad avance al tratar no desde el ataque sino desde la integración de la enfermedad al ser y eso se logra no con medicamentos sino con el entendimiento de saber que debemos cambiar la conducta desde los nuevos paradigmas no culturales sino desde la elaboración de otros que permitan la integración de mente, cuerpo, alma, psique, cuerpo y demás dimensiones como se quieran llamar.

El profesional en su habilidad, analiza los diferentes trastornos psicológicos en el infante y adolescente bajo los lineamientos de la psicopatología para recomendar la relación de las mismas y los síndromes clínicos , donde el psicólogo especialista presenta sus hipótesis que determinan la posibilidad de la aparición de la psicopatología, para llegar a entender desde el análisis el riesgo y vulnerabilidad de trastornos identificados.

Muchos de la rama de la medicina en los años de la modernidad, han iniciado un desbordado encantamiento en éstos roles científicos ya que de una u otra manera se ha descubierto la importancia de ayudar a los hombres con psicopatologías porque sería transmisores culturales de muchas enfermedades de ésta índole.

Muchos de los que han desarrollado en su importancia como profesionales de la medicina han presentado cánones teóricos denominados psicopatología evolutiva y psicopatología del desarrollo y podríamos destacar a (Cicchetti y Cohen, 1995a, 1995b; Cicchetti y Rogosch, 2002), que mencionan la conducta como variaciones desviadas y no como fenómenos dicotómicos, y esto sea verdad o no es un avance para seguir encontrando tantas verdades como falsedades que ayudan a los psicólogos a conocer sus congéneres desde el comportamiento, vital e importante todos estos hallazgos que permiten entenderse uno mismo y entender a los demás desde la enfermedad que nos dicta que algo anda mal y ese aviso si lo entendemos nos dará la respuesta para ayudar- se o ayudar al otro desde esa dimensión que estamos dejando no el el desconocimiento sino desde el conocer.

El primordial labor de los psicólogos es desde los procesos alcanzar el entendimiento de la enfermedad y su tratamiento para lograr el equilibrio de los consultados o pacientes con paciencia desde el desarrollo de la misma y su consecuencia como resultado y cómo influye y se integra la enfermedad al ser biológico por su desviación psicológica y su entorno social, que enferma por el deforma do su contexto o habitad.

De acuerdo y sin embargo hay que dilucidar como mensaje que al identificar la conducta deforme o informe es consecuencia del sistema del todo, es decir, de todo el contexto donde le menor se mueve, piensa, siente y actúa, ya que hay psicopatologías mentales que se insertan por diferentes paradigmas Neurolinguista o a través del lenguaje y otros por desviaciones o errores genéticos leves o agudos del cerebro; en otras letras estoy diciendo que hay muchas enfermedades mentales con probabilidades de corrección y otras que permanecerán de por vida, las primeras su corrección se alcanza no por el psicólogo , ni por el paciente sino por la interaccionan de los dos para alcanzar mejores resultados al comprender que la conducta en muchos momentos debemos redirigirla para no entorpecer el desarrollo de la persona como ser.

Para finalizar, nos damos cuenta que en definitiva los profesionales de la salud ejercen una influencia para ayudar a la dirección conductual del individuo o para perjudicar porque las dos posibilidad se pueden redirigir desde el saber, pero esa no es la idea sino que como profesionales ayudemos de las mejores maneras y costumbres que permitan el desarrollo del ser para la búsqueda de su bienestar.

Youtube Juan Guillermo Guerrero Productividad humana Cuántica

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