Un señor hizo una chagra, en ella sembró toda clase de productos: plátano ñame y maíz especialmente. Al mes siguiente fue a ver la chagra; todas las plantas florecieron sin ningún problema.

Al día siguiente regresó nuevamente a la chagra; se encontró con que los sembrados se habían marchitado, porque el venado había estado haciendo travesuras allí.

El dueño de la chacra todas las tardes se iba a espiar el enemigo. Un día hicieron pelazon en la comunidad y a ella invitaron al venado a participar de la fiesta, entonces el venado se transformó en gente Y no se dieron cuenta que el venado estaba dentro del grupo bailando.

El venado fue a la fiesta, pero en la mitad del camino sacó su buche, así pudo llegar a la fiesta.

Le brindaron masato y éste no paraba de tomarlo; lo hicieron emborrachar, pero sin que se cayera al suelo.

Al darse cuenta que estaba borracho se escondió en un lugar donde nadie lo veía; allí se fue a vomitar el más alto que se había tomado.

Así se la pasaba con mi tando entre la gente. Cuando se regresó y al llegar donde había dejado su buche, pregunto: “Hola buche, hola buche “.
Seguido inmediatamente el buche se le metió en el estómago del venado y se convirtió en propio venado, ya no era gente.