En el lago de Tarapoto, cuénta una historia, había un loro Carioco siempre en una capirona; En la noche yacía en una rama, en compañía de un manguarí.

El monte estaba oscuro; no se oía ningún susurro, como cosa extraña en la selva; ningún ruido se oía, algo raro esa noche pasaría.

”Looooro, looooro” Se oyó lejos, y en todo el lago; hasta los peces se asustaron: el Pirarucu bien altos alto y bien rápido nado. El tucurané Con el dormilón se estrelló. La corvina se sumergió. El camarón del susto se murió. El victordias se desmayó. El carnero con sus dientes un palo atravesó. Todos los animales en jauría oía la voz gritando en el monte.

“Looooro, looooro cariooooocooo” más cerca se escuchaba. Esa noche, por esos rumbos andaba la kuru pida desvelada, buscando al loro carió Q para cobrarle cuentas del robo de su maduro y su patarasca Cuando disfrazado con todo y máscara había sacado de su casa dejándola sin con qué llenar la panza.

“ dónde estás loro Carioco,Quede la vida te queda muy poco; de Sena te voy a comer con fariña, tucupí y ají “. El pobre Lolo asustado, ya pronto se sentía terminar guisado y en un caldero parecer para ser comido por la kurupira, que esta noche de velada, andaba buscando con mucha ira por el delito que le atribuían.

Del susto la más Maracana y el ManguarÍ, Cayeron al suelo junto al capitarí Cuando la kurupira subía a cobrarle cuentas al loro que sufría por el delito que él sabía.

El oro trataba de desplegar su salas, pero era tanto el susto que tenía que las fuerzas de su cuerpo no le respondían. El momento de su fin había llegado.

De una pira al loro agarró; por el monte hasta su casa arrastró.Con una mano del pescuezo jalo hasta que el loro Carioco ya no respiró.

Al caldero con un buen guiso fue a parar el lorico, por todas las fallas que hizo en vida de escurridizo