Marzo 18 de 2021
CRÓNICA

“Despierta Colombia”

Nos encontramos en la Plaza de Bolívar epicentro gubernamental de Bogotá. La mañana es fría y sombría. Las personas se desplazan lentamente por la plazoleta con las manos entre los bolsillos de sus abrigos y chaquetas procurando un poco algo de calor ante el frio incontrolable.
Las palomas en los tejares y claraboyas de la Catedral y las casonas aledañas arrullando esperan como todas las mañanas, que aparezca el mendigo benefactor que esparcirá sobre el suelo de la plaza el alimento que les saciará su apetito.
Una vez observan desde lo alto el cotidiano movimiento, descienden desde sus hábitats con acrobáticos movimientos aéreos a buscar el sustento.
Dentro de la gama colorida de plumíferas que revoletean el espacio sobresale una escuálida y maltratada paloma con su raído plumaje blanco salpicado de sangre.
Sorprendidas sus congéneres interrogan su procedencia, pregunta a la cual responde: Soy la trajinada, mancillada y desacreditada “Paloma de la Paz” que he volado por todo el territorio colombiano, de generación en generación tratando de unificar este país, no obstante a los engaños, violaciones, corrupción, secuestros , masacres y toda clase de vejámenes a los que he sido sometida por los mánceres desestabilizadores de este hermoso territorio a quienes les importa poco mis buenos deseos de confraternidad.
Por eso estoy aquí en la capital para que ustedes, como nuevas generaciones de palomas de paz, luchen por este país que tanto las necesita porque yo ya no doy más, pues la apatía y desinterés de muchos de mis compatriotas para que las cosas cambien no son estímulo para continuar la lucha.