Wed, 01/16/2019 - 10:55

La impotencia de controlar la minería ilegal en el Amazonas

Poco sirvió que el Ejército Nacional capturara a ocho personas del grupo delincuencial Los Caqueteños por hacer minería ilegal en el río Caquetá. Un fiscal de turno los dejó en libertad argumentando que no había pruebas ni elementos probatorios suficientes. Exigía, como evidencia, partes de las dragas utilizadas para sacar el oro.

La semana pasada, en la vereda Patio Bonito de Puerto Santander, área no municipalizada ubicada en el norte del departamento del Amazonas, tuvo lugar el primer operativo contra la minería ilegal en el país en lo corrido de este año. Todo indicaba que sería un duro golpe contra esta actividad que envenena los recursos naturales con mercurio. Pero no fue así.

La Brigada 26 de Selva y la Sexta División del Ejército Nacional, con apoyo de la Fuerza Aérea, Policía Nacional y Batallón de Infantería de Selva, capturaron a ocho personas que hacían parte del grupo delincuencial Los Caqueteños, dedicado a la explotación ilícita de yacimientos mineros en el río Caquetá, tráfico de estupefacientes o otras actividades ilegales.

También desmantelaron cuatro dragas en pleno río Caquetá (maquinaria dispuesta en embarcaciones para extraer el oro del lecho de los ríos) e incautaron tubos, mangueras y otros elementos que causan daños a los afluentes hídricos de la zona. Un menor de edad fue recuperado en el operativo.

Hasta ahí todo iba viento en popa. Pero después de trasladar por vía aérea a los ocho capturados desde Puerto Santander hasta Leticia para que las autoridades competentes realizaran la judicialización, los resultados se convirtieron en frustraciones.

Según Carlos Marmolejo, Comandante de la Brigada 26, luego de ingresar a la Sijín, los detenidos fueron llevados al Palacio de Justicia de Leticia donde supuestamente les imputarían los cargos. Pero la sentencia que nunca llegó.

“El Fiscal de turno, encargado de escuchar el caso y evaluar las evidencias, ni siquiera le presentó al juez a los capturados. Dijo que no había pruebas ni elementos probatorios suficientes, que los videos y fotografías no eran claras y nos preguntó por qué no llevamos partes de las dragas desmanteladas. Dijo: con esas pruebas no los van a detener”.

Y así pasó. Ninguno de los capturados fue procesado. Marmolejo informó que solo quedaron vinculados al proceso ante la Fiscalía, pero libres para volver a dedicarse a la minería ilegal, considerada como uno de los seis motores de la deforestación en Colombia.

“Es complicadotipificar el daño ambiental en nuestro país, y más en regiones donde hay pocos peritos con conocimiento del tema. El sentimiento fue de impotencia cuando el Fiscal vio los videos y dijo que necesitaba evidencias físicas, es decir las partes de las dragas, las cuales tienen motores de tractomulas o camiones. Nuestras embarcaciones son sencillas, sin capacidad para transportar ese tipo de elementos”.

El comandante complementó que otro de los inconvenientes para poder controlar a estas mafias es que los jueces consideran a la extracción ilegal de yacimientos mineros como un delito menor. “Hay una falla en la tipificación de este delito. Son pocos los capturados que reciben castigo intramural, es decir cárcel”.

No es la primera vez que por cuestiones legales le “truncan” a la Brigada un operativo de minería. Hace dos meses, cuando capturó a seis personas y destruyó dos dragas, el sinsabor fue el mismo.

Para el funcionario, en la minería ilegal la flagrancia no aplica. “Si cae alguno sacando oro las autoridades judiciales dicen que no es un delito. Si hay videos y grabaciones tampoco sirven. Es frustrante cuando concluyen que no ven el desarrollo de la actividad ilegal”.

Tras las huellas de la ilegalidad

Los Caqueteños, según el Comandante de la Brigada 26, son una organización dedicada a todo tipo de delincuencias que aprovechan al río Caquetá para hacer sus actividades. Financian el tráfico de estupefacientes, armas y, desde hace algunos años, han incrementado su accionar en la minería ilegal.

“Instalar una draga cuesta unos 40 millones de pesos. Pero en una semana ya genera ingresos de hasta 70 millones de pesos por el oro. Los Caqueteños llegan a sitios como Puerto Santander a atraer a la gente. La mayoría accede, ya que acá hay pocas oportunidades y abandono. Muchos indígenas cargan 30 panelas de marihuana o hacen parte de la minería ilegal”.

Las mafias de la minería aprovechan la época seca en los ríos amazónicos. “Durante los primeros meses del año los ríos de la región bajan su nivel, algo que facilita la explotación ilegal, ya que les permite a las mafias llegar al fondo del lecho donde está el oro”, aseguró Marmolejo.

Los pescados son un mecanismo utilizado por las mafias para traficar el oro y burlar a las autoridades. “Meten pequeñas barras de oro fundidas parecidas a una chocolatina jet en las vísceras de los pescados. Los congelan para evadir los controles”.

El amargo operativo

El reciente operativo en Puerto Santander empezó a “cocinarse” con una labor de inteligencia. Con información suministrada por terceros, la Brigada 26 trabajó con el grupo aéreo del Amazonas, una unidad de la Fuerza Aérea, para sobrevolar la zona.

“El grupo aéreo ubicó dos dragas en el río Caquetá, en su paso por Puerto Santander. Inmediatamente nos georeferenciaron los puntos y empezamos a cuadrar el operativo, conformado por 18 personas y varias embarcaciones”, afirmó el Comandante.

El día del operativo ya habían dos dragas más, con más de 40 personas pertenecientes a Los Caqueteños. “Los ocho que logramos coger estaban cerca a las orillas del río. Los demás se botaron al agua, y como es gente de la región, son expertos nadadores. Desmantelamos las dragas en tierra, ya que en agua pueden presentarse daños ambientales por los vertimientos y lubricantes”.

No encontraron mercurio en las embarcaciones. Marmolejo tiene una hipótesis sobre esto: “la persona que lidera las dragas carga el mercurio en envases pequeños, como goteros, y lo camuflan en la ropa. Es el elemento que más cuidan”.

En 2018, la Brigada 26 de Selva destruyó 24 dragas y capturó a 15 personas por minería ilegal, la mayoría en Puerto Santander, sobre el río Caquetá, y en el trapecio amazónico, en el río Cotué, afluente del Putumayo que nace en Perú.

“Le apuntamos a controlar las rutas del narcotráfico que emplean las organizaciones delincuenciales en el departamento del Amazonas, las cuales utilizan los ríos Caquetá, Putumayo y hasta el mismo Amazonas como autopistas. Respecto a minería tenemos identificadas cuatro cuencas, de las cuales la más crítica es la del Caquetá, uno de los cuerpos de agua más contaminados por mercurio”, acotó Marmolejo.

Recordó que la Sexta División del Ejército Nacional y la Brigada 26 continuarán trabajando para brindar tranquilidad a los habitantes del Amazonas, tratando de neutralizar la explotación ilegal de los recursos naturales.

Motor de deforestación

La deforestación en Colombia tiene su principal accionar en seis actividades impulsadas por la ilegalidad, seis jinetes del Apocalipsis que a diario acaban con 611 hectáreas de bosque.

El acaparamiento de tierras, cultivos ilícitos, minería ilegal, ganadería extensiva, construcción de infraestructura como vías y carreteras e incendios forestales, son para el Ministerio de Ambiente los principales motores de la deforestación, flagelo que la entidad estima que en 2018 erradicó más de 270.000 hectáreas de bosque.

La minería, en especial la de aluvión o de oro, es una de las actividades que más impacta a los recursos naturales y la vida misma por el uso del mercurio, elemento químico que afecta el agua, aire, bosque, suelo, flora, fauna y los seres humanos.

El mercurio fue catalogado por la Organización Mundial de la Salud como una de las 10 sustancias químicas que plantean mayor preocupación para la salud pública. En el hombre ataca los sistemas nervioso, cardiovascular, respiratorio, inmunológico, hematológico y reproductor.

Para sacar solo un gramo de oro, según cálculos de la Dirección de Carabineros, es necesario mínimo de cuatro personas y una retroexcavadora, quienes remueven seis toneladas de suelo con bosque y hacen una piscina artificial para aplicar 1.000 litros de agua por segundo y cinco gramos de mercurio.

Colombia, de acuerdo con un estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), es el país que más libera mercurio per cápita, es decir en relación proporcional con su población, con un promedio de 75 toneladas de mercurio al año. 81 por ciento de los peces carnívoros de la Amazonia cuenta con niveles detectables de mercurio en sus cuerpos.

14 de los 32 departamentos del país tienen evidencias de explotación de oro de aluvión, asegura un estudio de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) y el gobierno nacional, el cual reveló que en 2016 Colombia registró 83.620 hectáreas con esta actividad.

En 2018, la Brigada Contra la Minería Ilegal del Ejército Nacional realizó 23 operativos para controlar la minería ilegal en ocho departamentos: Amazonas, Antioquia, Bolívar, Caquetá, Cauca, Chocó, Córdoba y Guainía.

Estas acciones arrojaron 31 personas capturadas y el decomiso de 62 dragas, 24 motobombas, 56 motores y 205 galones de combustible. También fueron intervenidas 41 minas ilegales.

*Este es un producto periodístico de la Gran Alianza contra la Deforestación. Una iniciativa de Semana, el MADS y el Gobierno de Noruega que promueve el interés y seguimiento de la opinión pública nacional y local sobre la problemática de la deforestación y las acciones para controlarla y disminuirla.

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