No sé dónde sentarme para contar o cantar nuestros males del 2016, porque hay más males que éxitos, que opacan la grandiosidad de nuestra cultura y nuestra región… no sé si cantar, una opera como la que me estaba aprendiendo este año con motivo de hacer mi último montaje teatral “Una Furtiva Lacrima” de Érico Caruso, por el contenido de la obra en referencia a las caucherias con uno de los mil sucesos olvidados por la historia de más de 60.000 mil indígenas masacrados, o contar como un juglar de la edad media en la era del oscurantismo o simplemente entre recocha, tragos, drogas, sexo, violaciones, firmas, premios, reconocimientos, festivales, o con un buen reguetón, porque entre ritmo y edades con dinosaurios o jóvenes con cortes creativos, todo se puede en una sociedad en decadencia.

Tuvimos un gobernante aprisionado que con su astucia enredo a todos y que decir de la gran mayoría de los políticos, hasta candidatos y honorables enredados con la justicia, nos espera otra carrera de buitres para nuevas elecciones atípicas que serán llamados en el primer semestre; y los que están en el poder están en el camino del fracaso, todo no paso de personajes posando en sus fotografías y sus sonrisas hipócritas y su ineptitud en cuestiones de gobernanzas, que por más que quisieron maquillar sus mediocres gestiones, al atisbo no se vio nada y parecer ser que no se ira a ver más allá de la farsa a lo que ellos llaman plan de gobierno.

Nuestro pueblo como dicen aquel libro que algún día se publicará, así como esta publicación “retrospectiva” mirar atrás y viendo al frente, hacer una relación y concluir, nada paso, sigue siendo una pesadilla, así quedaremos, esperando, una publicación, ninguna gestión relevante efectiva, el libro tiene título, lo que no tiene es impresión para ser un libro “aliento para un pueblo en agonía” cuando más se demore la publicación de este, más se demora que las cosas de la realidad de nuestra región se puedan ver…

Paso de todo, fuimos a dar al contexto nacional, pero no por las acciones relevantes, sino por lo folclóricos que somos en cuestiones de ética, honestidad y operaciones ilícitas, llegamos como siempre quisimos estar en noticieros nacionales, se tocó la minería ilegal, la trata de personas en triple frontera, y que decir de políticos corruptos, claro fuimos visibles para seguir estando en el último peldaño de una sociedad en decadencia.

Uno no sabe si cantando hasta un vallenato o música popular de esas de que si me traicionas me acuesto con tu amigo o tu amiga o juntos hacemos una orgía, creemos que llenando espectáculos con nuestra presencia, ocultamos nuestra realidad; ya lo tenemos solucionado todo. Tuvimos más de tres mil muchachos terminado el bachillerato, para donde van, su camino, su rumbo es más incierto, que el futuro de nuestra región si seguimos así siendo folclóricos, ni haciendo retrospectivas individuales purificamos nuestros males, detenemos nuestra decadencia, estamos entrando a la verdadera cloaca, no solo el inclemente calor nos ataca, es como si todo fuera lanzas contra nuestra calidad de vida, dizque no hay recursos para el repuesto que hace falta para aliviar el constante corte de energía, nadie dice nada, todos callados seguimos pagando como si no pasara nada, no sé dónde sale tanta pasividad, porque para el chisme y la envidia la tienen clara.

Retrospectiva es no solo mirar de enero hasta acá, sino mirar desde más de dos décadas y medias atrás y ver nuestras calles, al parecer no sabemos nada de movilidad y de su importancia para el desarrollo, hasta altos funcionarios parquean sus autos en zonas prohibidas, también aquí en Leticia se vara un vehículo y forma un trancón que paraliza medio pueblo, se habla de Leticia limpia y el mismo camión recolector forma trancones de la madre de Tarzán, pareciera que no supieran lo mínimo de logística para la efectividad del servicio… ahí ese libro que parece que nunca se va a publicar se pone en vigencia.

Ocultamos nuestro conformismo, nuestra pasividad, con la esperanza que alguien lo va arreglar y esperamos todos los años que nazca o que se recicle otro político que nos traiga la solución, así que con retrospectiva o sin ella, los dejo, no me aprendí la opera de Caruso, no estrene mi obra teatral “En el Olvido”, no publique la nota sobre el laboratorio, no publique el libro “Aliento para un pueblo en agonía” y al final hay tanta caca por todos lados que la retrospectiva me quedo grande. A pesar que hay casos que me hundieron en profundo dolor como el suceso de Yuliana Samboni, hay que seguir... Pero algo si estoy muy seguro, que mis pasos siguen más fuertes y ya no me interesa otra cosa que no sea mi tranquilidad.

Así que no se unte de caca porque del Yahuarcaca tiene menos agua y más caca; haga su retrospectiva individual si está construyendo región y que le está dejando a su gente y las nuevas generaciones ¿un futuro mejor?, no sea tan pesimista como yo…

Julio Cueva Márquez.