Sat, 04/27/2019 - 07:56

The New York Times / Un gigante que se alía con KienyKe

Red Medios Digital

Tal vez ningún medio en el globo resume mejor en su eslogan lo que implica su misión periodística como The New York Times: “Todas las noticias aptas para ser publicadas” (“All the news that’s fit to print”). Asumido como bandera en 1897, el rotativo envió así un mensaje no solo para su competencia sino para toda la ciudadanía, nunca sacrificaría su ética para vender más ejemplares en la calle al estilo amarillista.

Fuente de consulta / Red Medios Digital

KienyKe.com y The New York Times lograron recientemente pactar una alianza editorial que tendrá su inicio el 23 de abril, con contenidos semanales que nuestros usuarios podrán disfrutar de forma directa. Por este motivo, este portal recorre, a partir del legendario eslogan, la historia que siguió construyendo el reputado medio estadounidense.

Esos valores han construido la reputación del Times desde que fue fundado el 18 de septiembre de 1851 por Henry Jarvis Raymond y George Jones. Comprado en 1896 por Adolph Ochs, patriarca de una familia que aún es propietaria del diario, fue ganándose gradualmente el prestigio internacional que hoy tiene como vocero de la democracia y de las historias que valen la pena contar.

Tan exponencial fue su ascenso mediático que muy pronto fue llamado la “Dama Gris” (“Gray Lady”) de forma cariñosa y apenas se trasladó a su sede de la Calle 42 y Broadway dio con ello nombre al sector neurálgico de la ciudad de Nueva York: Times Square.

El diario “récord”
Los premios que ha recibido esta institución periodística se cuentan por centenares. Por poner solo un ejemplo, la cantidad actual de premios Pullitzer con los que han sido laureados sus trabajos se cuenta en 127. Siendo el Pullitzer el galardón más codiciado por los medios en el globo, resultan bastante evidentes los cimientos de su éxito.

Entre sus trabajos periodísticos más recordados está la filtración masiva de documentos del Pentágono sobre todo lo referente a la implicación estadounidense en Vietnam desde 1945 a 1967. En ello quedó claro para la opinión pública de la potencia norteamericana (y para los libros de historia), que el liderazgo en Washington supo muy pronto que se trataba de una guerra perdida pero aún así optó por mentirle al pueblo que ponía los soldados y que sufrió las 58.000 muertes norteamericanas.

Por tal filtración masiva de 1971, el diario fue demandado por el gobierno del hoy infame Richard Nixon, lo que logró silenciar por unos meses al Times. Pero de inmediato suscitó la solidaridad de otros medios que optaron por seguir publicando los miles de documentos, lo que sumó presión para que el rotativo ganara a la larga el litigio por el bien de la libertad de expresión. Nixon se vio forzado a renunciar el 13 de agosto de 1974, tres años después de sus maniobras intimidatorias contra el periódico, y en medio del escándalo de Watergate.

Como emulando esos tiempos, entre 2013 y 2014 no dudó en publicar los documentos de inteligencia difundidos por Edward Snowden, y que demostraron la puesta en marcha de dos programas de vigilancia masiva que recopilaban ilegalmente datos no solo de ciudadanos estadounidenses, sino de todo el globo, a través de Internet. El escándalo devino en una reestructuración profunda de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) por parte de la administración Obama.

La ética como motor
Pero los pilares que han forjado al Times no han sido solo referentes a lo positivo. En los errores y en los momentos difìciles (tal como la época de mordaza impuesta por la adminsitración Nixon) es cuando el rotativo neoyorquino más ha brillado.

Por ejemplo, el 17 de julio de 1969 salió un peculiar editorial en The New York Times pocos días antes de que Neil Armstrong pisara la luna: “Investigaciones y experimentos han confirmado los descubrimientos de Isaac Newton del siglo XVII y ahora está definitivamente establecido que un cohete puede funcionar en el vacío tanto como en la atmósfera. El Times lamenta su error”.

Tal vez para cualquier lector en aquel momento no habría mayor indicio de cuál fue la equivocación del rotativo pero, en un ejercicio ético sin par, el NYT explicó detalladamente su error décadas atrás, durante los años 20: Sus mofas al científico Robert Goddard por sus postulados sobre la capacidad de los cohetes para impulsarse a través del vacío. “Hace falta poder reaccionar con algún elemento”, decían sus editoriales de entonces, que anexó a sus lectores. Cualquier medio se equivoca, pero los mejores hacen un ejercicio ético frente a sus errores.

Una alianza estratégica
Hoy en día, la compañía sigue bajo la guía de la familia Ochs, con su cuarta y quinta generación haciendo honor a la rica historia del rotativo. Esto es, Arthur Ochs Sulzberger Jr. como director ejecutivo y su hijo Arthur Gregg Sulzberger como editor jefe, comprometidos por mantener la influencia global y alcance de la casa periodística neoyorquina.

De modo que The New York Times, una de las más prestigiosas firmas mediáticas del globo, empieza su alianza editorial con KienyKe.com, propendiendo por que a través de nuestra plataforma digital los colombianos tengan información de primera calidad y un fácil acceso a historias que vale la pena contar. Es un reto que fortalecerá a las dos firmas a partir de este martes 23 de abril pero por sobre eso, se retribuirá en nuestras audiencias.

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